domingo, 15 de febrero de 2009
El Rey Poeta
Acolmiztli Netzahuacóyotl nace en 1402, su nombre significa "brazo de león y coyote hambriento)". Hijo de Ixtlixóchitl, Señor de los chichimecas y de Matlacihuatzin, princesa mexica. Netzahualcóyotl es probablemente el monarca más distinguido del México Antiguo, sus ideas y forma de gobierno fueron de un humanismo notable y diferente a la ideología reinante. y muere en 1472 (años 1 conejo y 6 pedernal según la cuenta indígena). Ya sea porque le tocó vivir la época de mayor esplendor del reino tezcocano, o porque su descendiente Fernando de Alva Ixtlilxochitl relata muchos aspectos de la vida de este personaje en la historia Chichimeca, lo cierto es que Acolmiztli Netzahualcoyotl es el más conocido de todos los poetas del mundo prehispánico mesoamericano. Su biografía, novelesca en sí, es la siguiente: fueron sus padres Ixtlilxochitl el viejo, rey del señorío de Tezcoco y Matlalchihuatzin, hija de un noble de Tenochtitlan. Como correspondía a su origen recibió educación esmerada tanto de sus ayos, entre los que se cuenta el sabio Huitzilihuitzin, como de sus maestros en el calmecac de su reino. Cuando era un joven de 16 años su padre fue asesinado por los soldados de Tezozomoc de Azcapotzalco, rey tecpaneca, quien se apoderó de este modo del señorío tezcocano. Según el códice Xolotl, el príncipe, oculto en un árbol, presenció la muerte de su padre, y para que no corriera la misma suerte fue ayudado a escapar por Itzcoatl, su pariente por línea materna.
Durante años no tuvo una vida tranquila pues era buscado por los tecpanecas; sus tías las reinas de Tlaltelolco y Tenochtitlan, suplicaron a Tezozomoc le concediera la vida y le permitiera vivir libremente en la metrópoli azteca, en donde continuó su preparación intelectual y se relacionó con varios tlamatinimes y forjadores de cantos.
A la muerte de Tezozomoc, gracias a su sagacidad e inteligencia, logró que varios señores cuyos reinos colindaban con los de Tezcoco, se unieran a él y le ayudaran a recuperar el reino de su padre. Así, en 1430 reconquistó el señorío de Coatlinchan y tres años más tarde todo el reino tezcocano, gobernando allí hasta su muerte.
Una vez asentado en su reino, éste tuvo un florecimiento cultural inusitado: mandó construir palacios, templos, jardines botánicos y zoológicos y promulgó muchas leyes justas para su pueblo; él mismo dirigió la construcción de calzadas, acueductos y diques para la gran Tenochtitlan. En el aspecto religioso se apartó un tanto del politeísmo azteca y mostró preferencia por la idea de una divinidad genérica, mandando construir en Tezcoco un templo sin imagen alguna, precisamente frente al dedicado a Huitzilopochtli, símbolo del predominio azteca. Si ya lo dicho basta para ser considerado un rey sabio, falta aún lo que hizo con respecto a las ciencias humanísticas y las artes: se rodeó de las personas de su reino y reinos vecinos más célebres por ser poetas, filósofos y sabios de las tradiciones históricas y religiosas. Los palacios del rey tenían sitios especiales dedicados a la música y la poesía, y con frecuencia se organizaba en ellos concursos poéticos o reuniones donde se discutía algún tema filosófico. La única anécdota que enturbia la biografía de Netzahualcoyotl, pero a la vez la hace más novelesca, es la que se refiere a una traición por amor. Su azarosa vida hasta reconquistar el reino de su padre, no le había permitido el pensar en casarse y tener descendencia (los señores nahuatlacas podían tener varias concubinas, pero solo una esposa legítima), contentándose con dedicarse a la filosofía y la creación poética en unión de sus amigos, entre los que se encontraba Cuacuahtzin de Tepechpan, tributario del reino de Alculhuacan-Tezcoco. Cuacuahtzin había quedado prendado de la joven Azcalxochitzin, hija de Temictzin, a la que pidió en matrimonio; el padre accedió y la muchacha fue llevada al palacio de su prometido, pero éste decidió esperar a celebrar las nupcias por ser ella aún muy joven. Un día encontró caminando por sus tierras a Netzahualcoyotl a quien invitó a comer a su casa, y para darle mayor gusto a su invitado, ordenó que Azcalxochitzin les sirviera la comida. Al verla el rey se enamoró de la muchacha y aunque logró disimular su impresión, regresó a su reino con la idea fija de casarse con ella, dando órdenes a su gente de confianza de buscar la muerte del guerrero Cuacuahtzin. La mejor forma fue mandarle a la guerra, colocándole los generales en el sitio más peligroso de la batalla. Cuacuahtzin antes de salir a la lucha se dio cuenta de las intenciones del rey, y en una convivencia que tuvo recitó unos versos que recién había preparado, donde manifiesta su tristeza porque sabe que ya está destinado a morir por orden de quien él consideraba su amigo, pero acepta su destino.Netzahualcoyotl se casó con la bella Azcalxochitzin y tuvieron dos hijos; Tetzauhpitzintli fue el primogénito, ajusticiado por traición al reino y Netzahualpilli, que fue sucesor del trono y también pasó a lahistoria como poeta y constructor.
La fama de Netzahualcoyotl rebasó las fronteras territoriales de mesoamérica y sobre todo las del tiempo, si tomamos en cuenta que los poemas no eran escritos sino aprendidos de memoria, pues cien años después, establecidos ya los españoles en América, los cronistas, indígenas y sacerdotes principalmente, recogieron en la escritura alfabética muchos poemas del que fue llamado «el rey poeta», y también versos de otros compositores donde se le cita. Su fama fue tal que pronto se le atribuyeron decenas de poemas en varias colecciones que, al decir de los especialistas Angel María Garibay y Miguel León-Portilla, no corresponden ni a su época ni a su pensamiento náhuatl; pero existen más de 30 poemas de los que sí se puede afirmar su autenticidad.
Después de estudiar la cultura náhuatl y los poemas deNetzahualcoyotl , podemos hablar de su filosofía de la vida y de sus recurrencias temáticas en los siguientes términos: De origen Chichimeca, los tezcocanos recibieron notable influencia cultural de los toltecas, sobre todo en cuanto a la religión y filosofía; con este antecedente el sabioNetzahualcoyotl , que gustaba de discurrir sobre la vida del hombre, llegó a tener su propia concepción religiosa que no iba de acuerdo con la de sus parientes tenochcas, ni gustaba de los ritos con sacrificio humano. Él mismo se ocupó de la construcción de un templo sin imagen alguna, con una torre muy alta compuesta de varios cuerpos que simbolizan los pisos celestes, en honor del Tloque Nahuaque, «el dueño del cerca y del junto, el invisible como la noche e impalpable como el viento» (León-Portilla: Trece poetas, 60). Su mismo pensamiento filosófico le hizo componer poemas, como lo hicieron la mayoría de los poetas del mundo náhuatl, sobre los siguientes temas: la fugacidad del tiempo y de todo lo que existe, por lo tanto la llegada inevitable de la muerte y el misterio acerca de la existencia o no de otra vida (el más allá), el sentido de «flor y canto», la sobrevivencia de la poesía y tal vez del poeta a través de ella y la inferioridad del hombre ante el «dador de vida».
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