sábado, 1 de agosto de 2009
Soy Chilango... soy creativo
Soy Chilango… soy creativo.
Por Yohai
Soy de la tierra donde el taxi es reparado con un palillo y un chicle. La TV ‘Sony’ reparada con cinta aislante. Pero aunque ustedes crean que esto es lo único que hacemos aquí en el D.F.'ectuoso', ciertamente no. Los chilangos contamos con inventos que han sido populares e incluso útiles al resto de la república como es el caso del rico taquito al pastor. Con sus raíces en el ancestral shawarma árabe o el kebab turco. En sus manera natural de preparase es con pan árabe y carne. La adaptación chilanga fue corregida y aumentada y mejorada corrigiéndola en un manjar urbano con identidad propia. Carne de cerdo amasada en axiote, jugo de naranja, vinagre, cebolla y potingues secretos del creador del este suculento taquito como fue el famoso ‘Kaliman’ allá por los años 60´y que su taquería del mismo nombre estaba en la calle de Campeche en barrio de la Condesa. El segundo invento que recuerdo ahora es ‘La avalancha’. Cuantos raspones y moretones nos propino tan divertido juego que tiene su origen popular en los mercados como ‘La Merced’ desde antes de la Revolución. Y que no era otra cosa que un carrito para jalar mercancías. Claro que la ‘Avalacha’ tal como la conocemos es invención de Don Jesús Pérez Lagos. Quien le dio un toque especial, diseño y un volante en vez de un mecate. Este otro invento que menciono a continuación es un libro indispensable para los residentes de la ciudad más grande del mundo. Aunque Agustín Palacios Roji García, asegura que son los extranjeros son quienes más lo compran. Su primera edición de la ‘Guía Roji’ fue en 1928 cuando había tres mil calles en la capital. Hoy por ejemplo, Don Prudencio Valdivia con treinta años de chafirete sigue utilizándola para encontrar calles como Ixtlemememixtle, Salsipuedes o el último Paso, calle que termina en un panteón. De aquí brincamos a los trancazos, Don Cleto Reyes, chilango de corazón en 1938 trabajaba como talabartero con su familia fabricando guantes de beisbol. Cuenta la historia que don Cleto después de una pelea de aficionados en la que participó, estaba remendando sus guantes, cuando le vino la idea de dedicarse a fabricarlos. De ahí en a delante fue todo un éxito, En 1945 en el Coso de ‘La Condesa’, por vez primera en una pelea de campeonato se usaron guantes de Cleto Reyes y de ahí para acá, ídolos del boxeo como Sal Sánchez, Julio Cesar Chávez, Mantequilla Nápoles, Finito López, Chiquita Gonzales, y muchos más, como Mohamed Ali, quien se negó a pelear con Mike Spinks, si su gantes no eran de Cleto Reyes. ¡Hay Jarritos, que ricos son! Y en esa añoranza del mexicano por las típicas aguas de sabor tenemos refresco de varios saberes a México, también cabe mencionarse a los refrescos Pascual, Boing, Sidral Mundet, Lulú, Sangría Señorial. Todo ellos elaborados aquí en la capital. En 1931, un singular japonesito, Yoshigeni Nakataní llegó a la Ciudad de México, el azar lo llevó a establecerse en barrio de la Merced y como todo emigrante de inmediato se puso a trabajar elaborando el tradicional cacahuate garapiñado, un buen día se le ocurre mezclar harina de trigo con salsa de soya y ¡Listo! rápidamente la gente corrió la voz de que aquel japonés vendía unos cacahuates deliciosos. Así de simple fue el nacimiento del cacahuate japonés. Otra de las curiosidades urbanas de está lista es la terapia amansa locos. Este invento no es del todo original, ya los acupunturitas en el lejano oriente, hasta para las brutales torturas durante la segunda guerra mundial ya se utilizaba. Pero de seguro que esta inventiva de la ‘Cajita de los toques’, no se ve en ningún otro lado, donde una bola de borrachos se juntan en una rueda empuñando un par de terminales metálicas para electrocutarse voluntariamente – y de paso apostar una lana o bajarse la borrachera. Esa, si es una innovación 100% chilanga. He aquí una prueba de que con un poco de inventiva, creatividad y un milagro somos chidos los chilangos.
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